lunes, 31 de agosto de 2009

Envidia

Las instituciones educativas de carácter privado bajo control parcial o total de la ultraderecha, especialmente las de carácter universitario tales como la Universidad Autónoma de Guadalajara, jamás han ocultado su profundo desprecio hacia las instituciones educativas superiores públicas, en especial a la Universidad Nacional Autónoma de México que a diferencia de las universidades privadas de México se encuentra catalogada entre las mejores universidades del mundo. Este rencor, motivado en buena medida por la envidia y en parte por el hecho de que en las universidades públicas la educación es laica y no pueden meter su mano negra para fanatizar al estudiantado, seguremante fue lo que estuvo detrás de un furioso correo que recibió un connotado editorialista de la revista Siempre!, Yazmín Alessandrini, el cual se reproduce a continuación:

Un lector de ultraderecha
Yazmín Alessandrini
Revista Siempre!
30 de agosto del 2009

Respondiendo a un lector quien amablemente me envío un correo esta semana en donde, él, definitivamente no está de acuerdo con el rector de la UNAM, el doctor José Narro Robles, y a quien critica terriblemente por varios puntos, me permito responderle.

El doctor Narro Robles, un gran y distinguido académico, quien llegó por méritos propios a la rectoría de la máxima casa de estudios, está muy lejos de ser un protector de guerrilleros y mucho menos de fomentar a los fósiles dentro de la Universidad; es un hombre que respeta todo tipo de ideas y corrientes filosóficas y políticas dentro de la UNAM, en donde han estudiado hombres y mujeres de todo tipo de corrientes de pensamiento, así que no comparto su opinión respecto de su percepción de la diferencia que hay en la Universidad de ahora y en la que usted estudió, y como no indica en que año lo hizo pues será más difícil comparar. Respecto a que es una fábrica de desempleados, la UNAM no es responsable de crear las fuentes de trabajo, si no sóslo de formar académicamente a los estudiantes y prepararlos para que se enfrenten a la vida, y uno de los retos de la vida es precisamente el poderse fincar un futuro laboral responsabilidad de cada quien, mas no de la Universidad, y le pregunto: ¿acaso usted fue colocado por la UNAM en algún puesto cuando egresó?

Por otro lado, asegura usted que López Obrador estuvo 14 años en la UNAM, y creo que su información no es correcta, posiblemente tardó esos catorce años en titularse, y esto no quiere decir que estuvo ese tiempo en las aulas como usted lo plantea. Y sólo para hacer un comparativo, ¿no recuerda usted los años que tardó Vicente Fox en titularse en la Ibero? Creo que fueron muchos más de catorce, y nos soy lopezopbradorista, sólo hay que ser objetiva.

Siguiendo con su correo, tampoco está de acuerdo en que se construya en este momento la nueva refinería, industria que seguramente dará empleo a miles de mexicanos desde su construcción, entre ellos muchos egresados de la fábrica de desempleados que usted menciona, así que me parece contradictoria su opinión, ya que oponerse al progreso es limitar a los jóvenes universitarios a obtener plazas y no convertirse en desempleados.

Una más: el que Marcelo Ebrard haya felicitado al equipo de la UNAM por su campeonato al igual que el presidente Calderón no convierte a la UNAM en perredista, es sólo que como equipo de la capital fue homenajeado por quien gobierna la capital, como si el campeón hubiera sido el San Luis, seguramente lo hubieran premiado Calderón y el gobernador de San Luis, y esto no hubiera marcado tendencia alguna.

Respecto a la solución económica en donde nuestro lector también critica al doctor José Narro Robles, y trae de la tumba a López Portillo, quiero decirle que el panorama es totalmente diferente y es imposible de compararlo, y el gran problema actual es que el dinero ya no es propiedad de los mexicanos, ya que la banca hoy en día en un 80 por ciento es extranjera, con lo que el dinero ya no es nuestro.

Bien harían las universidades represivas de corte neo-fascista como la Universidad Autónoma de Guadalajara, los institutos LaSalle en donde opera impunemente el reclutamiento de la Organización Nacional del Yunque, las universidades Anáhuac fundadas por la organización que fundó en vida el degenerado pedófilo Marcial Maciel, y otras instituciones privadas por el mismo estilo, en asimilar el hecho de que no es reprimiendo el libre flujo de ideas de todo tipo sino alentando la plena libertad de expresión cuando hay esperanzas de progreso y de lograr un nivel de excelencia académica como el que ha situado a la UNAM entre las mejores universidades del mundo. El fanatismo, a fin de cuentas, sólo conduce a la ignorancia, y a más fanatismo.

domingo, 30 de agosto de 2009

Desilusión

No todos los que pertenecen al PAN están asociados con la ultraderecha encubierta que ha infiltrado a dicho instituto político pudriéndola desde sus adentros con agendas que muy poco tienen en común con los ideales originales de los fundadores. Mal haría Spectator en medir a todos los panistas con la misma vara. No todos los panistas han pasado por un proceso secreto de fanatización que los lleva desde la novelesca fantasía de “la gran conspiración judía masónica comunista” que inició con el fraude literario Los Protocolos de los Sabios de Sión hasta la toma del terrible juramento de lealtad con el cual se les ata de por vida a una de las más peligrosas mafias políticas de corte pseudo-religioso que hayan nacido en el continente americano. Aún hay algunos panistas tradicionales, los cuales van menguando en número más por el factor de deserción que por el desgaste producto de una edad avanzada.

Uno de los panistas del viejo cuño es el destacado luchador cívico yucateco Doctor Francisco José Paoli Bolio:





el cual terminó abriendo completamente los ojos para darse cuenta de que el PAN que el conoció de joven es otro PAN completamente diferente que nada tiene que ver con aquél PAN que tantas esperanzas le había dado para materializar un cambio por el bien de México. Ya se dió cuenta de que el PAN de ayer ha muerto, y que el PAN de hoy es un reducto grotesco que en nada se parece a lo que él conoció. Lo que ha visto es el resultado final de una infestación a manos de unos enajenados que sólo pueden pudrir y corromper todo lo que tocan. Esta es la razón por la cual, con todo el dolor de su corazón, tomó lo que seguramente fue una de las decisiones más duras de toda su vida: abandonar para siempre al Partido Acción Nacional, abandonar para siempre lo que por buena parte de su vida fue su segundo hogar.

El siguiente artículo nos ilustra mejor qué fue lo que tuvo que ver con las razones de Paoli Bolio para abandonar para siempre al PAN:

Paoli Bolio: Las razones de su renuncia al PAN
Álvaro Delgado
Revista PROCESO
30 de agosto del 2009

Desilusionado porque Acción Nacional está copado por El Yunque y otras organizaciones de ultraderecha y porque la administración de Felipe Calderón carece de iniciativa, Francisco José Paoli Bolio renunció a ese partido, en el que militó desde 1993. En el escrito que envió al dirigente nacional del PAN, César Nava, Paoli se refiere al organismo como "un instrumento pragmático que se alía con cualquier fuerza social y política con tal que ella le aporte recursos para sostenerse en el poder". Y advierte: "Esto no puede augurar nada bueno."

El Partido Acción Nacional (PAN) dejó de ser un instrumento al servicio de la sociedad para convertirse en "una federación de grupos de interés" empresarial, sindical y de organismos de ultraderecha, concluye Francisco José Paoli, quien afirma que el gobierno que encabeza Felipe Calderón, "sin iniciativa de nada", marcha hacia el fracaso mientras se gesta un estallido social.

"Tengo la convicción de que con este partido no se puede promover el cambio que el país necesita. En una sola frase: ¡No se puede! ¡No es un instrumento de cambio!", afirma Paoli, quien renunció a tres lustros de militancia en el PAN, en una carta que envió, el jueves 20, a César Nava, presidente de esa estructura partidaria.

En un pragmatismo extremo, expone en entrevista, el PAN y Calderón invalidaron prácticas democráticas con la imposición de candidatos y robustecieron las líneas de colusión con los poderes fácticos que inició Vicente Fox, entre ellos con el duopolio televisivo y con los sindicatos de maestros y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

"El PAN tenía que haber apostado por sí mismo, como dijo Carlos Castillo Peraza, pero no: Apostó por convertirse en un pequeño PRI. ¡Ni siquiera por un PRI grande! ¡Apostó a ver qué le quitaba al PRI de las corporaciones, de los grupos, de los apoyos!"

De hecho, fue la inclusión de Valdemar Gutiérrez, secretario general del IMSS, en la lista de diputados federales del PAN lo que llevó a Paoli a tomar la decisión de renunciar. "El partido nació para combatir el corporativismo, las afiliaciones masivas y automáticas, y ahora en esto está montado el PAN."

Y el gobierno de Calderón, no sólo ha profundizado la colusión con los poderes fácticos, como con Elba Esther Gordillo, sino que integró un gabinete con sus amigos y no ha tenido ninguna iniciativa sustantiva de gobierno. "Lo que no se pudo hacer en los primeros tres años, cuando no había crisis, es casi imposible hacerlo con los pocos recursos que se van a tener en 2010 y en 2011, que es cuando se va a resolver parte de la sucesión presidencial."

–¿Calderón ya fracasó?

–Va camino al fracaso. Todavía habría que tener esperanza.

–¿Con los cambios que habrá en el gabinete?

–¡No, no, no! Ya las cosas no se arreglan con cambios en el gabinete ni la expectativa de los ciudadanos se va a despertar si no hay un gran golpe de timón.

El ex-panista que pronunció entristecido las anteriores razones para haber abandonado para siempre al instituto político que fuera su segundo hogar no es ningún comunista, no es ningún masón, y ciertamente no es ningún judío, razón por la cual no se le puede achacar el estar detrás de “la gran conspiración judía masónica comunista” para minar la labor que están llevando a cabo los Yunquistas y los Tecos en contra de México laborando febrilemente desde los interiores del infiltrado PAN. Es uno de los mexicanos más valiosos que ha producido el país. Y el PAN ha perdido para siempre a este hombre de entre sus filas.

¿Le importa realmente a los conspiradores de la ultraderecha la salida de un hombre tan valioso como Francisco José Paoli Bolio del PAN? En realidad, no, y de hecho con su salida les está haciendo un favor, porque es un oponente menos con el que tienen que lidiar. Para el nuevo México que estos desquiciados están preparando, modelado en base a las políticas y creencias de la Alemania Nazi (menos el asunto del arianismo, en virtud de que con tanto mestizo es difícil usar la superioridad biológica racial como tema de propaganda), entre menos hombres haya como Paoli Bolio dentro del PAN, tanto mejor, porque eso les facilita enormemente la conspiración que tienen en marcha.


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POST SCRIPTUM:

En otro medio nacional de comunicación, la revista Siempre! 2934, Paoli Bolio fue entrevistado sobre su salida del PAN, expresandose lo siguiente:

Partidos en crisis
Antonio Cerda Ardura
Revista Siempre!
4 de septiembre del 2009

Al servicio de otra cosa

Cerda Ardura: ¿Cuáles fueron los motivos que lo llevaron a separarse del PAN?

Paoli Bolio: Mi salida del PAN es producto de una reflexión muy larga y de un profundo análisis. El PAN al que yo me afilié hace 18 años, el fundado por don Efraín González Luna y don Manuel Gómez Morín, se creó para impulsar los intereses generales de la nación y de los ciudadanos, no de corporaciones o de grupos de presión. Pero el PAN ha dejado de estar al servicio de los ciudadanos y se ha convertido en un partido que defiende, básicamente, los intereses de los poderes fácticos, tanto empresariales, como sindicales. El PAN, que nació para combatir el corporativismo, es hoy un organismo en alianza con corporaciones que están lastrando al país. Esta es una primera razón por la que yo ya no quepo.

Paoli Bolio: La segunda razón es que dentro del PAN se han violentado los procesos democráticos y esto ha tenido una gran repercusión, ya que en las últimas elecciones, las del 5 de julio, se perdieron una enorme cantidad de votos y de distritos. En su cúpula y en su Comité Ejecutivo Nacional, el PAN tomó la decisión, avalada por el Consejo Nacional, de designar, no diré que de dedo, pero sí de arriba para abajo, a 183 de los 300 candidatos a distritos electorales. La respuesta de los ciudadanos fue que más del 80 por ciento de estos candidatos nombrados desde la cúpula, fueron derrotados en las urnas. Algunos perdieron ante el PRI, el partido que, se supone, nacieron para combatir, de una manera abrumadora e ignominiosa.

Paoli Bolio: Los procedimientos democráticos dentro del PAN están siendo sistemáticamente violados. Cuando esto ocurre en alguna parte de un partido, hay que corregirlo. Pero cuando esto ha permeado ya en la dirección y en las cúpulas, cuando un partido ha sido cooptado por grupos ultramontanos de extrema derecha, que están teniendo privilegios para la designación no sólo de candidatos que vienen de las propias filas del organismo, sino para puestos de la administración pública o de las empresas públicas del sector paragubernamental, entonces es una situación grave.

Cerda Ardura: Hay una corrosión.

Paoli Bolio: Sí. El partido está ya al servicio de otra cosa, no de los ciudadanos ni de los intereses generales de la nación. Por eso a mí me parece que el PAN ya no es el instrumento con el que se puede impulsar el cambio que México necesita en muchas materias. Por ejemplo, en la educación, la reforma educativa está imposibilitada, entre otras cosas, por el lastre que representa el pacto con una de estas fuerzas fácticas representada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Cerda Ardura: Que está ahora muy cercano al PAN.

Paoli Bolio: Está en alianza. A esto me refiero cuando digo que el PAN está al servicio o en combinación con intereses parciales, en lugar de pensar en México. Le doy otro ejemplo que me parece muy relevante: el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Valdemar Gutiérrez Fragoso, era, originalmente, candidato o precandidato a una diputación plurinominal en las listas del PRD para las elecciones del 5 de julio. Pero viene el PRI y, desde una perspectiva absolutamente pragmática, le dice: “Te doy el lugar número ocho en mis listas, pásate conmigo”. Luego el PAN, que se supone que es un partido democrático y que no va a hacer alianzas con corporaciones, le ofrece el segundo lugar, después de Josefina Vázquez Mota, en la lista de candidatos por un distrito federal. ¡Esto ya me parece el colmo! Para mí es inaceptable.

Paoli Bolio: Y, efectivamente, si el PAN nació para ser un partido democrático, democratizador, docente de la ciudanía; que informara a la ciudadanía de cómo se era demócrata, no sólo con las palabras, sino con hechos, ahora se ha convertido en un partido muy del Presidente de la República. No en un partido de Estado, sino en el partido del jefe del Estado. Por su exceso de pragmatismo, está teniendo un parecido cada vez mayor con el PRI. Por eso, algunas gentes que platican conmigo me han dicho, refiriéndose al gabinete del Presidente: “Bueno, si vamos a optar por alguien pragmático, hagámoslo por alguien que lo haga bien y que tenga realmente experiencia política, pero no por este conjunto de muchachitos que no sabe a dónde va y que no tiene una buena formación o no han embarnecido políticamente; que carecen de dirección política, madurez y estabilidad. En mi tierra, Yucatán, ha pasado de una manera abrumadora. El PRI arrasó en los cinco distritos federales. Dos de esos distritos, el tres y el cuatro, han sido muy importantes para el PAN y por eso tuvo, durante más de 20 años, la alcaldía de Mérida. La ciudadanía también está respondiendo a los partidos, diciendo: “¿Si lo que tú quieres es parecerte al PRI, entonces para qué estás ahí? Tú naciste para otra cosa”. Es una de las interpretaciones.

Paoli Bolio: Creo que en Acción Nacional se han agotado los líderes. Muchos de los dirigentes, que vienen de una etapa histórica de lucha, se han ido saliendo. Esto no es nuevo. Prácticamente todos los presidentes del partido, con excepción de Felipe Calderón, Luis Felipe Bravo Mena y de Manuel Espino, renunciaron al PAN. El que caso más notorio fue el de Carlos Castillo Peraza. Antes, don José González Torres y el papá del presidente Calderón, Luis Calderón Vega, también se fueron del partido. Y es que iban teniendo decepciones. Veían que conforme el PAN avanzaba hacia el poder y se conquistaban posiciones de poder, el partido se pervertía, dejaba de ser lo que era y comenzaba a actuar de una manera pragmática, corrupta o con debilidades mayores. Una enorme cantidad de dirigentes nacionales del partido, para no hablarle de muchos otros líderes, se han ido. Por otra parte, el liderazgo al interior del PAN se ha acabado, porque se ha subdividido: “¿Estás con el Presidente, o contra el Presidente?” Bueno, uno no está en un partido para apoyar necesariamente todo lo que haga el Presidente de la República. Teniendo la condición democrática, es indispensable, incluso, que el propio partido del Presidente le pueda señalar: “Esto no va bien. Por aquí no se están haciendo las cosas en la forma adecuada. Aquí hay una violación de los principios del partido”.

Paoli Bolio: Se han dado casos de defensores oficiosos, como Germán Martínez. ¡Ese es el problema! Por esto ahora tuvimos un candidato único, el que viene de Los Pinos. César Nava era el secretario particular del Presidente, con quien tiene una relación de transmisión. Cuando se criticaba al PRI, se le acusaba de ser sólo el instrumento a través del cual el Presidente transmitía su voluntad. Y no digo que el PAN sea exactamente igual ahora, porque nunca ha tenido el poder que llegó a tener el PRI, pero se parece y quiere parecerse al PRI. Esto de ir a capturar al secretario general del SNTSS; los pactos que ha hecho el PAN con Elba Esther Gordillo; los acuerdos a los que ha llegado con el Sindicato de Petróleos, que es sabido que entregó una millonada al PRI para la campaña de Francisco Labastida. En fin… Todas estas cosas van trayendo un profundo descrédito que se refleja claramente en los resultados electorales.

Es ir metiendo al Caballo de Troya.

viernes, 21 de agosto de 2009

Legitimidad

Uno de los personajes en la Historia de México más detestados y aborrecidos por la derecha mexicana, tanto la moderada como la ultraconservadora de raigambre neo-Nazi, es sin duda alguna Benito Juárez García, el hombre de humildes orígenes indígenas que por méritos propios y a costa de esfuerzos y sacrificios logró una educación universitaria tras lo cual logró ascender hasta la Presidencia de la República:





De que Don Benito Juárez es odiado por la ultraderecha mexicana no existe duda alguna; para comprobarlo tan sólo basta leer el libro “América Peligra” del pseudo-historiador novelista neo-fascista Salvador Borrego viendo la forma tan despectiva en la que este literato del fanatismo se refiere a él sin concederle jamás mérito alguno. Y tan sólo baste recordar que el partido Fuerza Popular de la Unión Nacional Sinarquista fue proscrito el 19 de diciembre de 1948 a causa de que una turba de enloquecidos sinarquistas se arremolinaron en torno al monumento a Don Benito Juárez en la Ciudad de México encapuchando su efigie y escupiéndole a la cara profiriendo todo tipo de insultos majaderos. La ultraderecha mexicana nunca ha perdonado a Don Benito Juárez el que, “por culpa suya”, México no pudiera tener hoy en día una monarquía en la persona de algún descendiente de Maximiliano de Habsburgo. La “venganza” de estos fanáticos sólo pudo ser consumada post-mortem con el ascenso del guanajuatense pro-Yunquista Vicente Fox al poder, de lo cual podemos leer lo siguiente en la revista PROCESO publicada en diciembre del 2000 bajo el título “En receso, el Juárez de Los Pinos”:

El retrato tamaño natural de Benito Juárez, réplica del original que se encuentra en el Palacio Nacional y que decoró el salón del mismo nombre en la residencia oficial de Los Pinos, fue desmontado por instrucciones del presidente Vicente Fox.

Pero la pintura --que el expresidente Ernesto Zedillo tenía a su espalda cuando la noche del 2 de julio felicitó a Fox por su triunfo-- no será enviada a una bodega para que se empolve, sino simple y llanamente se retiró por las obras de remodelación en Los Pinos, aclaró a Proceso la vocera presidencial Martha Sahagún.

-¿Qué pasa con Benito Juárez, que hasta su cuadro fue retirado de Los Pinos? -se le preguntó.

-Bueno, es una exageración decir qué pasa con los cuadros de Presidencia. Están ahí....

Una de las máximas por las que Don Benito Juárez es bien conocido alrededor del mundo es su célebre frase “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Si Hitler hubiese puesto atención a esta máxima, absteniéndose de llevar a cabo su vil e injustificada invasión en contra de Polonia que fue a fin de cuentas lo que detonó la Segunda Guerra Mundial, posiblemente habría logrado morir en el poder como dictador de Alemania tras una larga vida dejando como descendiente suyo a uno de sus incondicionales esbirros al no poder tener descendencia propia. Y a Don Benito Juárez se le atribuye también otra frase menos conocida pero no menos profética: “La derecha (los conservadores) no está preparada para gobernar”.

Antes de que la derecha accediera al poder en el año 2000 en México, cuando la imagen de Don Benito Juárez engalanaba desde hace varias décadas la oficina personal del Presidente de México en turno, la sabia máxima de Don Benito Juárez era la que había guiado los pasos para fijar la política exterior de México a través de lo que hoy se conoce como la Doctrina Estrada, la cual en estricto apego a las enseñanzas juaristas afirmaba que los gobiernos extranjeros no son quienes tienen derecho a juzgar para bien o para mal gobiernos o cambios en gobiernos de otras naciones ya que implicaría una violación a su soberanía. En pocas palabras, el gobierno de México no tiene derecho alguno para andar metiendo sus narices en asuntos que no son de su competencia, adjudicándose poderes extralegales y extraterritoriales para otorgar o negar reconocimientos oficiales a los gobiernos establecidos de otros países. Esto es lo que en Derecho Internacional se conoce como el Principio de no intervención.

Pero con el ascenso al poder de la derecha apoyada sobre los pilares del fanatismo de la ultraderecha encubierta, la Doctrina Estrada se fué a pique, y esto lo pudieron comprobar todos los mexicanos a principios del mes de agosto del 2009,

Lejos de México, en Honduras, los problemas políticos empezaron en dicho país a mediados del año 2009 cuando el entonces Presidente José Manuel Zelaya Rosales, ávido de incrementar su poderío como Presidente (quizá inspirado en el aberrante presidencialismo practicado en México) y de eternizarse en el poder emprendió su iniciativa para que se llevase a cabo un plebiscito con el fin de levantar los límites al período presidencial. Prácticamente todas las fuerzas socio-políticas principales de Honduras se opusieron a esta iniciativa de Zelaya, tanto el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General, la Corte Suprema de Justicia y el Congreso de la República, los cuales declararon ilegal dicha consulta. El asunto creció e hizo crisis hasta que a fines de junio del 2009 el Congreso de Honduras resolvió por unanimidad la destitución del Presidente Zelaya, por considerar que sus acciones de gobierno habían violado la Constitución y el ordenamiento jurídico del país, designando para sucederlo al presidente del Congreso Roberto Micheletti.

De José Manuel Zelaya lo menos que podemos decir de este personaje es que podría muy bien haber sido un hermano gemelo del Presidente mexicano Vicente Fox, con lo cual es entendible que una cantidad cada vez mayor de hondureños estaban hartos de su gestión charra de la cual es poco lo que se puede decir a su favor. Tenían motivos de sobra para removerlo como lo removieron. Contrariamente a lo que en el exterior ha estado pregonando Zelaya tras su destitución en el sentido de que es un Presidente “muy popular y querido por los hondureños”, y que cuenta con el apoyo de más del 95 por ciento de la población, lo cierto es que dentro de Honduras posiblemente no cuente con el apoyo y las simpatía ni siquiera del diez por ciento de la población. Si realmente hubiese sido un Presidente tan popular y tan querido, jamás habría sido depuesto, y al haber sido depuesto, el mismo pueblo hondureño lo habría reestablecido en el poder, cosa que no sucedió.

Al darse cuenta Zelaya de que no contaba con mucho apoyo dentro de Honduras para que pudiera llevarase a cabo su reinstalación, no tuvo reparos en hacer algo casi inconcebible en cualquier hombre que ama a su patria: empezó a buscar apoyo en el exterior para su reinstalación en la Presidencia de Honduras aún con la oposición del pueblo hondureño no sólo mediante medidas de presión altamente lesivas al bienestar de los hondureños tales como la imposición de embargos a importaciones y exportaciones, el rompimiento masivo de relaciones diplomáticas y un bloqueo comercial, sino inclusive de ser necesario llegar al extremo de una invasión armada en contra de su propio país con el fin de reinstaurarlo por la fuerza de las armas de un ejército extranjero aún a costa del derramamiento estéril de la sangre de su propio pueblo hondureño al cual dice querer.

¿Suena disparatado esto último que se acaba de afirmar? Entonces veamos lo que nos tiene que decir la siguiente nota periodística:

Insiste Zelaya, Obama “tardaría 5 minutos”
Agencia AFP
19 de agosto del 2009

Lima— El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó ayer que con apoyo del mandatario estadounidense Barack Obama se “tardaría cinco minutos” en darle vuelta al golpe de Estado en su país, durante una visita a Perú en donde fue recibido con “honores restringidos”.

“La solución para un problema interno de Honduras con el gobierno legítimo que yo represento y el gobierno legítimo del presidente Obama tardaría cinco minutos en encontrar medidas que realmente le dieran vuelta a este golpe de Estado”, dijo Zelaya tras reunirse con el presidente peruano, Alan García.

El derrocado mandatario reconoció que Obama y su secretaria de Estado, Hillary Clinton, “no tuvieron absolutamente que ver en la planificación del golpe de Estado”.

Pero de inmediato agregó: “Digo con respeto que las medidas que hasta este momento se han tomado (por EU) han sido tibias, de manos suaves contra los golpistas”.

Zelaya, con su habitual sombrero blanco de ganadero, reiteró que su regreso a Honduras “es inminente” y que nunca podrá renunciar a ello.

“No puedo renunciar a eso, no puedo vivir desterrado. No tengo en Honduras ni un solo proceso, ninguna sentencia, ningún juicio en toda mi vida. Los únicos juicios que se han establecido son después del golpe de Estado”, precisó.

Zelaya declaró que llegó a Lima invitado por García, con quien conversó durante hora y media en el Palacio de Gobierno tras ser recibido con honores militares restringidos, como aclaró el canciller local José Antonio García Belaunde.

La visita de Zelaya fue calificada como “de trabajo” por el canciller, quien dijo que “todos los países gradúan las visitas, y no siempre se otorgan los mismos honores ni preeminencias”. En otros países, como México o Chile la presencia de Zelaya fue saludada como de jefe de Estado.

El gobierno estadounidense suspendió la entrega de millones de dólares en asistencia a Honduras con la intención de presionar por la reinstalación de Zelaya, quien señaló que toda América Latina ha tomado medidas diplomáticas contra el gobierno de facto.

El Ejército de Honduras no cuenta ni con el armamento ni con los recursos ni con el capital para hacer frente a un Ejército como el de los Estados Unidos de Norteamérica. Zelaya tiene toda la razón cuando dijo que el Presidente estadounidense Barack Obama se “tardaría cinco minutos” en darle vuelta al golpe de Estado en su país, aunque ello implicaría la pérdida de muchas vidas de hondureños, cosa que parece importarle muy poco a Zelaya en aras del culto a su propia personalidad.

Sin embargo, el Presidente Barack Obama, el cual no es ningún estúpido, se rehusó a escuchar los reclamos de Zelaya para que los Estados Unidos usando todo su músculo militar lo reinstalaran en el poder, afirmando que son unos hipócritas quienes piden una mayor intervención de Estados Unidos en Honduras. Sus palabras textuales fueron:

“Los mismos críticos que dicen que los Estados Unidos no han intervenido lo suficiente en Honduras son las mismas personas que dicen que siempre estamos interviniendo y que los yanquis necesitan salirse de Latinoamérica”, declaró el mandatario en una rueda de prensa al finalizar la Cumbre de Líderes de América del Norte.”

“Si estos críticos creen que es apropiado que nosotros de repente actuemos de manera que en otro contexto ellos mismos considerarían inapropiado, creo que entonces eso indica que quizás hay algo de hipocresía… (y) ciertamente eso no va a dirigir las políticas de mi administración”, expresó el presidente estadounidense.”

Esto lo dijo el Presidente Barack Obama precisamente cuando estaba en México en calidad de visita oficial.

En realidad, no vale la pena gastar una sola bala ni derramar una sola lágrima por un megalómano ambicioso que no solo está dispuesto sino que está exigiendo que con una intervención militar extranjera se le reinstale en el poder a costa del derramamiento de sangre de su propio pueblo. Esto es precisamente lo mismo que lo que hicieron los conservadores de México en tiempos de Don Benito Juárez cuando le abrieron las puertas de México a los invasores franceses que ingresaron a México con la única misión de apuntalar con la fuerza de las bayonetas y los cañones a la monarquía que los conservadores querían instalar en México.

Con todo lo que se ha dicho arriba, resulta no sólo increíble sino inclusive incomprensible que el Presidente de México Felipe Calderón, habiendo llegado al poder tras una de las guerras electorales más sucias de las que se tenga memoria en México, con su legitimidad severamente cuestionada por millares de mexicanos a grado tal que muchos aún consideran y llaman a Andrés Manuel López Obrador el Presidente legítimo, como si no Felipe Calderón no tuviese bastantes problemas serios que atender en casa que importan más a los mexicanos que lo que esté sucediendo en Sudamérica, y en abierta violación a la máxima juarista “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, Calderón se creyó investido con toda la autoridad moral y legal del mundo para extender el reconocimiento oficial del gobierno de México al ex-Presidente hondureño Manuel Zelaya.

Efectivamente, el 4 de agosto del 2009 Felipe Calderón en su calidad de Presidente de México recibió en la residencia oficial de Los Pinos al depuesto ex-Presidente Manuel Zelaya, el cual pasó revista a la guardia de honor como acostumbran los protocolos de recepción oficial para mandatarios en funciones:





Uno podría preguntarse, ¿terminó Calderón por volverse tan completamente loco como su igualmente derechista predecesor que hoy se dedica a impartir “conferencias magistrales” en su Centro Fox en León Guanajuato creado exclusivamente para permitirle dar rienda suelta a su ego y sus autoalabanzas?

Lo fácil sería decir que a Felipe Calderón ya se le aflojaron demasiados tornillos en el cerebro. Sin embargo, más que loco, o más que tener alguna simpatía personal hacia Zelaya, Calderón tal vez esté viendo egoístamente por sus propios intereses.

A mediados del 2009, la situación de México tras 9 años de estar siendo gobernado por las derechas y ultraderechas es francamente lamentable. Pocos mexicanos recuerdan una época tan mala como la época negra de desempleo, inflación, crisis e inseguridad por la que está atravesando el país entero. Esto es lo que se tiene tras 9 años del país en manos de los conservadores y ultraconservadores, dándole toda la razón a Don Benito Juárez cuando dijo que la derecha no estaba preparada para gobernar. Y lo peor de todo es que se trata de una derecha reacia a dejar el poder, al igual que Zelaya, una derecha que quiere repetir otro sexenio después de que Calderón haya dejado la Presidencia. Y tras ese sexenio, otro, y otro, y otro más, de ser posible hasta que se acabe el mundo.

Naturalmente, para que la derecha pueda permanecer enquistada en la silla presidencial aferrándose al poder como un gato con las uñas clavadas a la pared, falta que el pueblo de México esté dispuesto a aguantar esta situación por tiempo indefinido. Y Calderón está consciente de que a muchos la paciencia ya se les está agotando. Calderón debe temer que antes de que él pueda terminar su sexenio eventualmente pueda ocurrir algo con lo cual termine depuesto del poder, al igual que Zelaya. Y si tal cosa ocurre, lo lógico es que quiera recibir ayuda del exterior para su reinstauración y su legitimación como “el verdadero Presidente de México”. Y para que ello ocurra, es necesario sentar un precedente, lo cual Calderón ya hizo al darle todo el reconocimiento oficial del gobierno de México al depuesto ex-Presidente de Honduras. Sobre esto, un prominente funcionario del Partido de la Revolución Democrática dijo: “¿Con qué derecho se siente un Presidente tan ilegítimo como el mismo Felipe Calderón para andar dando legitimidad a otros de su misma calaña?”.

Felipe Calderón espera ahora que, en caso de que las cosas se le salgan fuera de control al igual que como ocurrió con su descalabrada guerra contra los cárteles de la droga, pueda contar con todo el apoyo de gobiernos extranjeros para reconocerlo como “el Presidente legítimo de México”, y de ser posible ser reinstaurado en el poder con la ayuda extranjera aún a costa del derramamiento de sangre de sus propios compatriotas. Tal y como ocurrió con los conservadores mexicanos que fueron a pedirle a Napoleón III el envío de tropas francesas a México, una invasión extranjera que a fin de cuentas terminó en un rotundo fracaso gracias al Presidente republicano que luchó hasta el final de sus días por darle a México un mejor gobierno, ese mismo Presidente republicano al cual detestan y aborrecen las derechas y ultraderechas de México, incluído el mismo Felipe Calderón quien se ha rehusado a devolver a su sitio en la oficina presidencial el retrato de tamaño natural del ilustre prócer mexicano, réplica del original que se encuentra en el Palacio Nacional y que decoró el salón del mismo nombre en la residencia oficial de Los Pinos hasta el día que la ultraderecha accedió al poder en México.

viernes, 14 de agosto de 2009

Quema de libros

Un analista universitario de renombre parece haberse dado cuenta ya de lo que realmente significan los tipos que se están apoderando del país, de acuerdo con lo que apareció publicado en la siguiente nota publicada en varios medios:

El silencio de los panistas
Leo Zuckermann
13 de agosto del 2009

“Ahí donde se queman libros se acaba quemando también seres humanos” (Dort, wo man Bücher verbrennt, verbrennt man am Ende auch Menschen, frase memorable del escritor Heinrich Heine. Se trata de un espectáculo patético: quemar ideas –buenas y malas– por la intolerancia de los humanos. En lugar de debatir con argumentos, se recurre al expediente fácil de la pira pública. No estoy hablando de algún aniversario de quema de libros en un régimen totalitario como la Alemania nazi o la Unión Soviética. Estoy hablando de la quema de un libro de texto de biología de secundaria por parte de asociaciones de derecha en León, Guanajuato.

La lamentable polémica de los libros de texto de biología en Guanajuato la hemos seguido gracias al corresponsal de Excélsior en el Bajío. Andrés Guardiola ahora nos cuenta que integrantes de la Coalición Ciudadana por la Familia y la Vida y la Asociación Suma Tu Voz quemaron los libros de la SEP en la plaza principal de León, el domingo pasado. ¿La razón? La educación sexual que enseña dicho libro donde aparecen los aparatos reproductivos femenino y masculino. “Los manifestantes exigieron a la SEP autonomía para regular la educación de la entidad, ya que el libro guanajuatense, que no había sido autorizado por el gobierno federal y que coarta la educación sexual, fue retirado de las aulas”.

Lo increíble es que una regidora panista del ayuntamiento acompañó a la turba. Hortensia Orozco justificó la quema por considerar los libros como “perversos”. Entrevistada por Guardiola, dijo que “promueven la ideología del disfrute sexual, lo cual, daña a los adolescentes y atenta contra la familia”. La regidora acusó a las autoridades federales de la “genitalización” de hombres y mujeres: “porque a los once años no creo que ningún niño use condón; entonces, les estás presentando información sexual que sólo les invita a experimentar ese deseo, pero un acto de esta naturaleza va a dejar consecuencias a edades tempranas”.

No soy sicólogo, pero sospecho que esta mujer tiene algún tipo de trauma sexual. Prefiere vivir en la época del oscurantismo a educar a los adolescentes.

Llega al extremo de quemar libros por considerarlos impuros. ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Quemar a los maestros que se atreven a enseñar semejantes “cochinadas”? Cuando se enteró de que fanáticos habían quemados libros suyos, bien dijo Sigmund Freud: “¡Cuánto ha avanzado el mundo: en la Edad Media me habrían quemado a mí!”

Toda esta historia es una pésima noticia para el PAN nacional. Su imagen queda dañada por la aparición de fanáticos religiosos de derecha recalcitrante, como la regidora Orozco, quemando libros oficiales de la SEP por sus contenidos de educación sexual.

¿No tiene nada que decir el presidente Calderón al respecto? ¿Qué piensa el líder nacional panista César Nava? ¿Adónde está la opinión de una mujer que se dice liberal como Josefina Vázquez Mota? ¿Y a Alonso Lujambio, el secretario de Educación Pública, un hombre de muchas luces, profesor universitario, no se le revuelve el estómago?

Sorprende el silencio de ciertos panistas por este acto ominoso.

Parecería que no les importa. Total, son los panistas de Guanajuato y ya sabemos que ellos son los ultras de derecha, los yunquistas, los fanáticos.

Ahí que se queden, quemando libros, mientras que los modernos, los centristas, observan en silencio el patético espectáculo.

A lo mejor se atreven a decir algo el día que efectivamente quemen a un maestro que se atreva a informarle a un adolescente que el pene se introduce en la vagina.

El verdadero problema no estriba en que los afiliados a la derecha ultraconservadora del Yunquista estado de Guanajuato quieran educar a sus propios hijos a su antojo moldeándolos de acuerdo a su muy peculiar forma de pensar, algo a lo cual -lamentablemente- tienen pleno derecho, o de que quieran implantar en los colegios privados una enseñanza ortodoxa de corte neo-fascista, algo que de cualquier manera está ocurriendo ya. El verdadero problema es que su intención es obligar a todos los demás a que piensen como ellos, les guste o no, lo que quieren hacer es imponer su agenda ya no tan sólo en las escuelas privadas sino también en las escuelas públicas, en todas. Quieren que todos los planes de estudio se plieguen a la muy peculiar forma, filosofía y modo de pensar de los grupos ultraconservadores de México, tal y como ocurría en Alemania en los tiempos del Nazismo. Aunque estos fanáticos no representen el 10 por ciento de la población, y que de ese 10 por ciento ni siquiera el uno por ciento forme parte de alguna organización clandestina de ultraderecha bajo juramento de secrecía, ellos se sienten con el pleno derecho de imponer sus ideas sobre el 90 por ciento de la población restante en las escuelas públicas.

La quema de libros a la que hace mención el analista ocurrió en Guanajuato el domingo 4 de octubre del 2009 a las 11:30 de la mañana, aglutinando a un grupo de personas afiliadas a la Asociación Estatal de Padres de Familia así como a las organizaciones Suma tu Voz y Coalición Ciudadana por la Familia y la Vida (Cofavi). Esto ocurrió en el mismo Estado en donde hace relativamente poco tiempo tuvieron la ocurrencia de prohibir terminantemente bajo pena de cárcel y sanciones económicas los besos en público “por impúdicos e indecentes”. Esto ocurrió en el mismo Estado que le dió a México el primer Presidente que le abrió ampliamente las puertas del gobierno federal a las sociedades clandestinas de corte neo-Nazi anti-semitas como la Organización Nacional del Yunque y las demás afiliadas a la ideología de la extrema derecha que quieren imponerle por la buena o por la mala a un país entero.

A continuación tenemos una fotografia de la regidora panista Hortensia Orozco Tejada y la presidenta de la organización ultra-puritana Suma tu Voz Lourdes Cázares destruyendo uno de los libros oficiales de texto “por impúdicos e indecentes”:





De seguro estas dos mujeres habrían sido felices viviendo en los tiempos de gloria del Tercer Reich bajo la dictadura de Hitler.

La cada vez más abierta forma de operar de los grupos y los individuos ligados a la ultraderecha de México ni quita que de vez en cuando traten de hacer algo de vez en cuando para tratar de limpiar aunque sea un poco su cada vez más merecida fama de retrogradación hacia los tiempos de la Edad Media. En el mismo Guanajuato, llegaron a “considerar” una propuesta de permitir la apertura de un club nudista orientado principalmente hacia el turismo extranjero con el fin de abatir aunque sea un poco la crisis de desempleo que ha estado padeciendo Guanajuato en los últimos años, el cual de ser autorizado habría estado operando bajo estricta supervisión y vigilancia del gobierno ultraderechista de Guanajuato. Sin embargo, y pese a la pérdida económica que significó para el Estado, los panistas guanajuatenses recularon y dieron al traste con la propuesta, que al fin y al cabo ellos no tienen que sostener económicamente a los desempleados de Guanajuato que habrían encontrado algún empleo en este proyecto. Y es que la ultraderecha muy rara vez busca el bien de las mayorías, lo que busca siempre es la promoción (o mejor dicho, la imposición) de su ideología sobre todos los demás.

No debería extrañarse el analista Leo Zuckermann de que todos los demás panistas -incluso los tradicionalistas de antaño- hayan guardado un silencio sepulcral ante la quema de libros que se dió en Guanajuato. Después de todo, ellos ya saben perfectamente bien quién está posicionado en las altas esferas del gobierno federal de México, ellos ya saben quién tiene el poder en sus manos. Con un Yunquista juramentado dentro de la neo-fascista Organización Nacional del Yunque, César Nava, al frente de la dirigencia nacional del PAN (el cual por cierto aunque estaba apoyado directamente por el Presidente Felipe Calderón gastó medio millón de pesos en su campaña, dinero que hasta la fecha nadie sabe de dónde provino y de lo cual nadie, ni siquiera su promotor Felipe Calderón, le pidió jamás explicación alguna), y con otro Yunquista juramentado, Luis Felipe Bravo Mena, trabajando como el Secretario Particular del Presidente de la República Felipe Calderón, ¿alguien por allí tiene todavía alguna duda sobre quién está dando las órdenes en México? Y estos tíos no tienen intención alguna de soltar el poder, ni en el 2012 ni en ningún otro año, su objetivo es perpetuarse en el poder para siempre mediante una democracia simulada con el auxilio de las televisoras. Algo así como lo que tanto le criticaban al PRI de antaño y cuya partidocracia habían jurado terminar para reemplazarla por “una auténtica democracia”. Auténtica, al estilo del neo-panismo Yunquista, claro está.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Autoritarismo, imposición y fanatismo

No transcurrieron ni siquiera 24 horas de que Spectator publicó el 29 de agosto del 2009 en “Las Crónicas de Spectator” su entrada titulada Un presidente sitiado, denunciando el dedazo con el cual se planeaba elevar desde la Presidencia de la República a uno de los principales miembros de la ultraderecha mexicana a la máxima dirigencia del hoy partido oficial, el Partido Acción Nacional, para que desde San José, Costa Rica, el mismísimo Presidente Felipe Calderón se quejara ante los medios afirmando que no había tal cosa, diciendo: “Están equivocados y son injustos aquellos que consideran que por la amistad que tengo con personalidades del PAN se infiera que haya una imposición para renovar la dirigencia del Partido Acción Nacional”.

Puesto que Felipe Calderón parece tener tan buenos oídos, en esta ocasión Spectator se dirigirá a través de este medio directamente al Presidente de México, se dirigirá al mismo Felipe Calderón. Sí, a usted en persona, Sr. Felipe Calderón.

En primer lugar, y antes de continuar adelante, es necesario que dejemos algunas cosas en claro, Sr. Felipe Calderón.

Usted sabe perfectamente qué es la Organización Nacional del Yunque, usted sabe perfectamente cuál es el tipo de ideología que nutre a este tipo de organizaciones extremistas. En este asunto, por favor no quiera fingir demencia ni ignorancia, porque eso no le queda a su investidura presidencial.

El que usted, desde que tomó posesión de su cargo en unas elecciones que pusieron en jaque ante el mundo entero la credibilidad de la endeble democracia mexicana, no haya pronunciado en ninguno de sus discursos públicos la palabra Yunque no quiere decir que usted ignore lo que significa dicha palabra en el contexto histórico-político actual de México. ¡Y vaya que usted se ha abstenido cuidadosamente de mencionar dicha palabra en todos sus discursos públicos! Esto lo puede afirmar Spectator categóricamente y sin lugar a dudas porque Spectator tiene en sus manos todo lo que usted ha pronunciado en todos sus discursos públicos desde que usted tomó posesión de la Presidencia ahora a su cargo. Spectator ha estado siguiendo de cerca sus pasos mucho mejor de lo que usted se imagina. Sin embargo, en esto último usted no tiene nada que temer, porque a fin de cuentas Spectator no es su enemigo, nunca lo fué. Usted sabe perfectamente bien quiénes son en estos momentos los verdaderos enemigos de México, los que desde las sombras nutriendo el fanatismo y alimentando su ambición con alianzas y pactos secretos forjados en las tinieblas y en organizaciones clandestinas que operan al igual que cualquier mafia han estado nutriendo y siguen nutriendo sus sueños megalómanos arrastrando consigo a mucha gente inocente que ingenuamente ha caído y sigue cayendo en las garras de estas organizaciones de desquiciados.

Usted ya sabe también quiénes son los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Y no nos estamos refiriendo aquí al estudiantado común y corriente de dicha universidad, como tampoco nos estamos refiriendo a los integrantes del equipo de futbol. Nos estamos refiriendo a los agentes de la organización clandestina neo-fascista más poderosa del continente americano, cuya influencia se está extendiendo por todo el territorio nacional más allá de los confines de dicho campus universitario.

Pero no sólo sabe usted quiénes son los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara y la Organización Nacional del Yunque. Usted sabe también acerca de la afiliación del ultraderechista César Nava Vázquez, juramentado dentro de estas organizaciones secretas de inspiración neo-Nazi cristera cuya conspiración en contra de México sigue adelante sin que nadie los pueda detener en seco.

Esta es la clase de gente ante la que usted ha claudicado, Sr. Felipe Calderón. Sí, usted, Sr. Felipe Calderón.

¿Y todavía cree usted en su cada vez más deteriorado cerebro -culpemos de ésto último a los estragos del poder- que usted va a ser el hombre que salvará a México de esta grave amenaza?

¡Por favor!

Habiendo dejado lo anterior en claro, veamos ahora su faramalla de que la acusación de que la virtual imposición desde la Presidencia de la República del ultraderechista César Nava en la presidencia del Partido Acción Nacional era obra -entre otros- de un Spectator equivocado e injusto. Veamos las circunstancias en las cuales se llevó a cabo la instauración de la ultraderecha nacional nuevamente a la cabeza del Partido Acción Nacional en la persona de César Nava. Veamos lo que se consumó aquél sábado 8 de agosto del 2009, confirmando lo que ya había advertido Spectator desde tiempo atrás.

A puerta cerrada, bajo la mirada severa y siempre vigilante del mismo Presidente de México que estuvo allí en persona (algo que nunca ocurrió en los tiempos de la hegemonía del PRI) para poder identificar personalmente con sus propios ojos a quienes se atrevieran a oponerse a la imposición presidencial del candidato único registrado para contender por la presidencia nacional del Partido Acción Nacional, en una elección “democrática” -tan democrática como esas que se llevaban a cabo en la Unión Soviética y como las que se siguen llevando a cabo en Cuba con candidato único “oficial” registrado, algo que la derecha y ultraderecha panistas siempre atacaron y criticaron despiadadamente en sus discursos en otros tiempos cuando veían casi imposible el llegar a las riendas del poder-, dentro del PAN se consumó no sólo uno de los “dedazos” presidenciales más descarados que haya vivido instituo político alguno en México tras el ascenso del PAN al poder, sino se festejó también el regreso de la ultraderecha de México a la cúpula máxima del que hoy es el partido oficial, el partido en el gobierno; porque César Nava, el hombre impuesto directamente por obra y voluntad del hombre que detenta el poder en Los Pinos, es precisamente uno de los más prominentes miembros de las sociedades secretas de la ultraderecha mexicana aglutinadas en torno a la lúgubre y maquiavélica Organización Nacional del Yunque.

Mal haría Spectator en estar citando únicamente a Spectator para sustentar pedantemente sus señalamientos en contra de tan viciado y antidemocrático proceso que se tradujo en uno de los más importantes triunfos políticos recientes de la ultraderecha mexicana encubierta. Veamos lo que otros tienen que decir acerca de lo ocurrido.

Se consuma la imposición: Nava, nuevo presidente del PAN
Álvaro Delgado
Revista PROCESO

8 de agosto del 2009

En lo que fue el trámite final de la imposición de César Nava como su nuevo presidente, el Partido Acción Nacional (PAN) exhibió hoy su peor rostro: El de la censura y la opacidad.

El desahogo del trámite de elección por parte del Consejo Nacional se realizó a puerta cerrada, pero se decidió transmitir por circuito cerrado de televisión el discurso de despedida de Germán Martínez, quien lanzó una serie de descalificaciones contra quienes no identificó, aunque --eso sí-- ratificó sus loas a Calderón. “Este es y seguirá siendo su partido”, le dijo.

Nadie entendía por qué Martínez negó “categóricamente” que se presente al PAN como subordinado a intereses externos: “Niego categóricamente que este partido está al servicio de los intereses de la televisión”.

Y enseguida acusó, sin mencionar nombres: “Estamos esperando todavía de algunos de los que hablaron explicación de esas concesiones de la televisión”.

Uno “de los que hablaron” fue Santiago Creel, exsecretario de Gobernación con Vicente Fox -quien no asistió, como Diego Fernández de Cevallos- y otro fue Javier Corral, ambos críticos de los pactos de Calderón con las televisoras, pero eso no lo sabía nadie, salvo los panistas que estaban encerrados en el salón Manuel Gómez Morin.

Los periodistas, aunque tenían conocimiento de que ellos habían sido dos de los diez oradores que hicieron uso de la palabra antes de Martínez, jamás pudieron oir ni ver los discursos porque la jerarquía panista impuso la censura.
De los 24 panistas que solicitaron el uso de la palabra, sólo se le permitió hacerlo a diez, y al resto se le impidió hablar, entre ellos a Manuel Espino, el expresidente del PAN que ayer comió con Nava, a quien mandó “olímpicamente al carajo” por haberse filtrado a los medios ese encuentro.

El circuito cerrado de televisión del PAN sólo transmitió el discurso de Martínez, quien dijo que renunció al cargo “porque no quiero ni debo ni seré nunca motivo de discordia entre panistas”, y se dio paso a los periodistas al de María Elena Alvarez de Vicencio y al de Nava.

Corral, al concluir la unción de Nava --que obtuvo 290 de 371 votos de los consejeros, 39 decidieron anular su voto y 19 se lo llevaron a su casa--, advirtió del intento de manipulación de los jerarcas del PAN y propuso a los reporteros solicitar la grabación de las intervenciones de los consejeros críticos, cuya descalificación de Martínez sí fue transmitida.

Pero todos se lavaron las manos: Héctor Villarreal, vocero de Martínez, dijo que él había dejado de tener responsabilidad en el PAN, y Nava, nuevo presidente del PAN, también se negó a proporcionar la grabación de las intervenciones de Creel, Corral, Fernando Canales y Juan José Rodríguez Prats, quienes criticaron también la pérdida de principios de su partido.

En su primera conferencia de prensa, y para fundar su decisión a favor de la opacidad, Nava recomendó a los interesados solicitar al PAN la información con base en la Ley Federal de Acceso a la Información.

Por su parte, Creel lamentó que Martínez no haya reconocido ni corregido sus errores como él, aseguró, lo ha hecho: “Una situación de esa naturaleza, en donde la camaradería castrense que acostumbramos en el PAN no se vio, y sobre todo el error por parte de él no está corregido, de mi parte sí. Ahí está la reforma electoral, muchas acciones e iniciativas que he dado. Aquí nunca se corrigió el poder que tuvieron las televisoras en la gestión de Germán Martínez.”

Al final, pese a que obtuvo 39 votos en contra, otros 19 votos de consejeros que no se depositaron en la urna y 33 ausentes, Nava dijo estar feliz porque el 88% de los consejeros le dio su apoyo.

En su discurso planteó unidad entre los panistas y el rescate de los principios del PAN, y expuso: “Les pido, compañeros consejeros nacionales, que no me instruyan ganar a costa de lo que sea. Se los pido porque no aceptaría ganar esa encomienda, ni la pido ni la aceptaría, vamos a ganar elecciones sobre la base de los que somos.”

También ofreció revisar la relación con el gobierno: “La relación partido-gobierno debe estar construidas sobre bases claras: autonomía en la coordinación y apoyo sin subordinación, ni un partido de Estado, ni un partido del Estado". (¿?)

Por su parte, y ya cuando se iba, Calderón celebró la unción de Nava, su exsecretario particular: “Me siento contento por este relevo institucional en la vida orgánica del PAN (y) le deseo a César Nava éxito en una gestión que será compleja, difícil, retadora, pero que a la vez es esperanzadora para la vida del partido-¿Prevaleció el dedazo? –preguntó un reportero.

Calderón se dio la vuelta y se fue.

Veamos ahora lo que nos dice otro conocido editorialista:

Por la puerta de atrás
Yazmín Alessandrini
Revista Siempre!
16 de agosto del 2009

Mientras los calderonistas trabajan a marchas forzadas para dejar atrás el trago amargo del domingo 5 de julio, los panistas fueron llamados a convención extraordinaria por la renuncia de varios integrantes del Comité Nacional de su Partido. Reclamando un supuesto derecho de privacidad los organizadores convirtieron la convención en un verdadero cónclave; en el que las letras que nos rigen a todos pudieron ser dejadas a un lado, para guiarse y decidir sólo por la voluntad de un ser superior; nadie me lo contó, de ello dio fe el notario 18.

Pero no es la primera vez que los calderonistas estiran, lo estirable; para lograr sus objetivos. Nuevamente llegaban cuestionados a un proceso de transición, pero en esta ocasión eran los de casa los que estaban inconformes por lo que estaba sucediendo en el país.

Las verdaderas inconformidades poco tenían que ver con la juventud de los jóvenes dirigentes que intercambiarían el mando; por fin se habían dado cuenta los consejeros que venían de todo el país; militantes de todas las corrientes, de todos los momentos posibles del presente y pasado inmediato del PAN, que el mundo de caramelo sólo era una canción y que debían cerrar foxilandia para abrir una escuela que les enseñe a gobernar. Una convención privada que tuvo su más álgido momento antes de presentar al nuevo príncipe.

El punto cinco del orden del día circulado, que parecía de trámite se convirtió en juicio abierto matizado de reflexión, que alargó la sesión algo así como 120 minutos; 120 minutos en que los panistas se permitieron ser, no funcionarios públicos, no graduados de escuelas de negocios o empresarios de “éxito”, del norte o del sur, doctrinarios o liberales; por 120 minutos dejaron a un lado sus apellidos y su linaje para ser simplemente lo que somos nosotros, mexicanos comunes y corrientes, víctimas de un sistema en agonía. Muchos dijeron recio y quedito, afuera y adentro que después de lo que pasó el 5 de julio, lo menos que merecían era una explicación.

Los calderonistas sabían que las explicaciones no debía darlas el que acabó pagando por los platos rotos, pero en un país en el que el sistema político se mantiene cohesionado por el ejercicio férreo del poder, el jerarca tendría que presenciar en silencio, no podían permitirse más desfiguros. Por ello las piezas discursivas que fueron emitidas, y que pretenden se pierdan en la memoria de los asistentes, les hicieron sentir a todos aquellos que se atreven a dudar o cuestionar lo que vive todos los días el compañero que debe cuidar de la silla que no habla. Después, las últimas palabras de quién sería sacrificado para que los calderonistas obtuvieran una segunda oportunidad: “Algún día seré todas las cosas que amo”.

Todo pareciera que la intención fue convertir su salida en la lápida que entierre en el olvido los errores cometidos y que llevaron al PAN en el poder, a esta situación tan comprometida; sus últimas palabras fueron honradas con un arreglo floral tan magnificente como los que se envían en un último adiós.

Lo sucedido en esta primera etapa del cónclave sabatino, pronto se olvidará, hay “gente” que se está encargando de ello, creen que la memoria de los asistentes es corta y que están suficientemente calificados en el manejo de las situaciones y las circunstancias del poder.

La Convención continuó, se abrieron las puertas brevemente para presentar frente a los medios de comunicación al futuro nuevo príncipe, ejercicio que pareció más una maniobra para bajar la presión de lo antes sucedido, después concluirían el cónclave con “religiosa” privacidad. La mirada del jerarca no dejó de ser la de un hombre solo, que requiere ayuda, no señalamientos o cuestionamientos; su mirada parecía la de un entrenador buscando nuevos talentos. En esta forzada visita por su casa poco cambió su semblante; solamente cuando en los breves encuentros de pasillo se topaba con compañeros que simplemente son lo que un día él fue, un mexicano de a pie, se detenía para brindarles una sonrisa y una breve palmada. Su actitud, dejó ver que trabaja con lo que tiene y hace lo que puede.

De los organizadores y los asistentes al cónclave, es más que obvio que están aprendiendo; nada que deba extrañarle a nadie, pues su familia política es joven en las artes del ejercicio del poder público. Pero alguien debe recordarles que hay tareas que no permiten ningún error. Pues esto también quedó en evidencia este sábado, no lo vio el que no quiso y lo que podría ser peor, tampoco lo vieron los que tienen la obligación de verlo.

Esta falta de preparación, sumada a las circunstancias, mantiene en una zona de riesgo al país y aunque pocos lo quieren decir hay indicios suficientes para afirmar que continúa comprometida la integridad física de quienes ejercen el poder político de alto nivel. Habrá muchos integrantes de la corte del jerarca que piensen que con lo del sábado “haiga sido como haiga sido”, dejan atrás los errores cometidos.

Seguramente reanudarán sus actividades creyendo que pronto todo quedará en el olvido y que su lugar en el organigrama formal o en el informal está garantizado, inclusive habrá quienes pretendan aspirar en otras posiciones.

Pero como dicen por ahí: lo que no descubre el agua, lo descubre el tiempo; por el bien de todos ojalá que todavía lo tengamos.

La siguiente nota periodística dá la razón a Spectator cuando afirma la relevancia que tuvo para la ultraderecha mexicana basada en el neo-Nazismo antisemita del nuevo milenio la ayuda que recibió César Nava apoyado por el dedazo presidencial por un lado y por sus cófrades del Yunque por el otro.

Ratifica el calderonismo su poder sobre el PAN; lo ayudó El Yunque
Georgina Saldierna y Enrique Méndez
LA JORNADA
9 de agosto del 2009

En alianza con la ultraderecha, los calderonistas ratificaron ayer su dominio sobre el Partido Acción Nacional (PAN), una vez que César Nava Vázquez fue electo –con 290 votos a favor, 39 anulados y 19 abstenciones– presidente interino del partido, para concluir el periodo de Germán Martínez Cázares que termina en diciembre de 2010.

El presidente Felipe Calderón felicitó a su paisano y le deseó éxito en una gestión que, consideró, será compleja, difícil y retadora, pero, al mismo tiempo, esperanzadora para la vida del blanquiazul. En breve entrevista, señaló que su antiguo secretario particular representa una nueva generación de políticos en Acción Nacional: con talento, juventud y liderazgo sabrá conducir al partido al cumplimiento de sus metas y objetivos, subrayó.

Al solicitar el apoyo de los consejeros nacionales reunidos en sesión extraordinaria, César Nava ofreció cuidar la unidad del PAN como “un tesoro invaluable” y construir un partido con identidad, distinguible y capaz de transformar la realidad concreta del país, con lo que aludió a las críticas de que el panismo cada día se parece más al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Demandó a sus correligionarios que no lo instruyan a ganar elecciones a costa de lo que sea, porque dijo que no lo aceptará. “Vamos a ganar siendo fieles a lo que somos y a nuestra identidad”, puntualizó el nuevo dirigente, lo que arrancó aplausos entre la militancia.

Conocedor de las divergencias que suscitó su cercanía con el jefe del Ejecutivo federal, definió que partido y gobierno son distintos por su esencia y sus fines, pero no distantes, porque están llamados a la colaboración para la consecución de bienes comunes y el acceso democrático al poder.

En este marco, añadió, “la relación partido-gobierno debe estar construida sobre bases claras: autonomía en la coordinación y apoyo sin subordinación. Ni un partido de Estado ni un partido del Estado”, ofreció ante 348 consejeros de un total de 371.

Ante Calderón Hinojosa y su esposa Margarita Zavala, César Nava hilvanó un discurso en el que trató de dar respuesta a las críticas que se hicieron al proceso de sucesión, entre las que destacan la denunciada intromisión gubernamental en la elección; la concreción de un segundo “dedazo” por el mandatario y la consecuente subordinación del partido al gobierno; la puesta en marcha de acciones similares a las del tricolor, y la falta de un proceso de reflexión sobre las causas que originaron la debacle electoral del PAN.

Sin embargo las explicaciones del dirigente y la actuación de calderonistas y yunquistas no convencieron del todo a los liderazgos inconformes, quienes salieron de la sede nacional panista manteniendo sus críticas y en el mejor de los casos, dando el beneficio de la duda a la nueva dirigencia, a la que de cualquier manera, se comprometieron a apoyar.

La intervención de Nava en el consejo fue precedida por la de Elena Álvarez, quien presentó su candidatura, y por la de Germán Martínez, presidente saliente del PAN, quien por su lado, explicó que renunció a ese cargo tras la derrota electoral, porque no quiere ser motivo de discordia entre la militancia.

Con ausencias como las del ex mandatario Vicente Fox y de liderazgos como el de Diego Fernández de Cevallos, consideró que los magros resultados del 5 de julio se originaron en la crisis económica, la dinámica interna del PAN, y el manejo “parcial, faccioso y embustero de muchos gobernadores priístas que conducen sus estados como haciendas personales”. Por ejemplo, dijo que parte de la derrota panista en el estado de México “se encuentra en el dinero sin control de ese gobernador –Enrique Peña Nieto, del PRI– que tiene una idea del país del tamaño de un anuncio de televisión”.

También resaltó que la legitimidad del PAN para construir un Comité Nacional o sustituir a un presidente sólo está en el Consejo Nacional; no está en otra parte, ni nadie la busca en otra parte, puntualizó. Esto último ante las denuncias presentadas previamente sobre la intromisión gubernamental en el proceso de elección del dirigente del instituto político.

Germán Martínez terminó su discurso al borde de las lágrimas. Su esposa, Margarita Garmendia, subió al templete para abrazarlo y momentos después, bajó con un gran ramo de flores blancas que Margarita Zavala le entregó.

Una vez registrado el debate sobre la elección interna y el fracaso electoral, forzado por los opositores que habían amenazado con no participar en la reunión si no se hablaba sobre esos puntos, César Nava ratificó su propuesta de crear una comisión de reflexión y análisis de los comicios de 2009, integrada por José Luis Coindreau, Elena Álvarez, Humberto Aguilar, Marko Antonio Cortés, José Espina, Arturo García Portillo, Mariela Pérez de Tejada, Gabriela Ruiz del Rincón, Fernando Torres Graciano, Alejandro Vázquez y Javier Corral. Este último declinó participar en dicha instancia.

“Que quepan todos”

De igual manera prometió que no habrá espacios para la lógica del todo o nada, que divide entre ganadores y vencidos; entre hegemónicos y excluidos, entre los unos y los otros. Pidió de esa manera, “construir un partido en el que quepan todos”.

Luego de la votación, en la que obtuvo más de 66 por ciento de los sufragios –cantidad necesaria para convertirse en dirigente del panismo–, pero también de manera inédita, 39 votos anulados, el nuevo presidente del PAN inició sus actividades incluyendo en el Consejo Nacional a Ernesto Ruffo, y en el Comité Ejecutivo (CEN) a Héctor Larios Córdova, coordinador de los diputados federales salientes, y a los senadores Ricardo García Cervantes y Humberto Aguilar. Estos dos habían renunciado a dicha instancia para protestar porque no se aprobó la renovación de todo el CEN.

Veamos ahora las observaciones hechas por otro destacado analista con respecto al recurso de la aplanadora presidencial para imponerle al partido oficial su dirigente máximo:

De “jolopo” a Nava
Ricardo Alemán
Itinerario Político
EL UNIVERSAL
9 de agosto del 2009

En tiempos de la hegemonía del PRI, la designación del candidato presidencial del partido oficial era igual a designar al que sería el nuevo presidente.

Que expliquen la metamorfosis del PAN

Dormir demócratas y despertar como PRI

En tiempos de la hegemonía del PRI, la designación del candidato presidencial del partido oficial era igual a designar al que sería el nuevo presidente. Se vivía el florecimiento del grosero autoritarismo y la nula democracia intramuros del PRI.

Es decir, que durante todas esas décadas el presidente en turno era no sólo el dueño del partido tricolor, sino que una de sus facultades autócratas era la designación de su sucesor. Por eso, en buena parte de esas décadas, los partidos opositores no eran más que invitados de palo. Es decir, convidados testimoniales.

El asunto llegó al extremo de la farsa de democracia que se vivía en los años 50, 60, 70 y 80 del siglo pasado, que durante la elección presidencial de 1976 el saliente presidente Luis Echeverría, no sólo designó candidato presidencial a su amigo José López Portillo, sino que “jolopo” compitió sin ningún contrincante formal. Es decir, el PAN —que en esos años era sólo testigo del reparto del poder ya que su vocación era un apostolado democrático antes que una competencia—, vivió en ese 1976 su más grave crisis política. Debido a pugnas internas, el PAN no postuló candidato presidencial.

Pero también durante todos esos años el crítico más severo de la simulación democrática del PRI era el PAN, partido que centraba sus baterías precisamente en la simulación democrática de los tricolores, en la falta de reglas claras para seleccionar a los jefes del partido y, por supuesto, a los aspirantes a puestos de elección popular. El PAN presumía de sus reglas y su cultura democrática. Los azules eran ejemplo en la lucha por dirigir al partido y por seleccionar a sus mejores hombres en los puestos de elección popular.

¿Apostolado o poder?

Viene a cuento el ejercicio memorioso porque a más de tres décadas de la extraordinaria simulación democrática de 1976 —lo que por cierto detonó la primera gran reforma electoral impulsada precisamente por López Portillo, y de la cual el PAN fue contribuyente directo—, el gobierno de Felipe Calderón y el PAN de Germán Martínez parecen empeñados en repetir la historia, aún no en la candidatura de 2012, pero sí en el relevo del jefe nacional del PAN.

Nava es —guardadas diferencias de tiempo y forma y partido—, el “jolopo” de Calderón para la sucesión de la dirigencia azul, en tanto que el PAN vive una crisis emparentada a la de 1976, en la que se enfrentaron dos corrientes cuyos extremos irreconciliables por poco y destruyen al partido. ¿Qué es lo que está pasando intramuros del PAN, como para convertirse en un partido capaz de mimetizar algunos de los peores episodios de la vida política mexicana?

Pasó lo que tenía que ocurrir y que algunos como el propio Calderón advirtieron antes de 2000: los azules ganaron el poder y perdieron al partido, que era su apostolado democrático. El PAN vive una metamorfosis que en la práctica debió dejar atrás el “zurrón” de apóstol de la democracia y debió verse a los ojos de todos el nuevo traje, el de partido en el poder. Pero resulta que en la pasada elección —julio de 2009—, quedó claro que aún no termina de irse el viejo partido azul y tampoco acaba por llegar el partido en el poder.

Y los signos de ese dilema son claros para el que quiera verlos. Vamos por partes. En los previos a julio de 2009 la presidencia de Germán Martínez no subió al encordado con el traje nuevo de partido en el poder. No desplegó sus capacidades, fortalezas, y todo el brillo de un partido y su gobierno en el poder. No subió a la pelea con su vieja casaca de partido opositor. Martínez acusó de todos los males que heredaron los gobiernos panistas —y casi acusa de heredar hasta las torpezas en el poder—, a los gobiernos del PRI.

El PAN, igual que el PRI

Si lo medimos con la elección del 5 de julio, el ensayo de Martínez resultó un fracaso. Acaso por eso —y para acelerar el proceso de convertir al PAN en partido en el poder, al estilo del PRI—, desde el poder presidencial se aceleró el proceso y se decidió actuar igual que un partido en el poder. Es decir, desde Los Pinos salió la mano que se apoderó del partido por la única forma posible: la antidemocracia y la imposición. Eso es lo que vimos ayer en el Consejo Nacional panista, en donde no sólo se impuso con todo el peso del poder a César Nava, sino que se estimuló su candidatura única y, al final, hasta se ocultó a la opinión pública el debate crítico que vive el PAN.

Vale aclarar que aquí no se cuestiona lo que ocurre en los gobiernos de todo el mundo y sus respectivos partidos. Es decir, que en todo gobierno y su respectivo partido existe una simbiosis inevitable, en donde el jefe del poder público es, a su vez, el jefe real del partido. Está claro que el de Calderón es un gobierno que requiere del control, apoyo, soporte y hasta operación de su partido. Pero el problema no es el “qué”, sino el “cómo”. Nadie duda de esa necesaria simbiosis. Lo que se cuestiona, en todo caso, es el engaño colectivo —a los ciudadanos en general y a los militantes azules—, porque nadie les ha explicado la metamorfosis que vive el PAN. Y nadie les ha dicho que, como Goyo Samsa en el clásico kafkiano, los panistas se acostaron como demócratas y despertaron como priístas a la antigua. Como cucarachas, pues.

Evidenciando de qué lado están las lealtades de cada quien, algo que muchos mexicanos han confirmado desde que se llevó a cabo la guerra sucia mediática del 2009 que prácticamente impuso a Felipe Calderón en la Presidencia de México, el martes 11 de agosto del 2009 el conductor del noticiero nocturno de TELEVISA, Joaquin Lopez Doriga, le abrió las puertas a cadena nacional a César Nava para darlo a conocer a cadena nacional en su “lado bueno”, evitando en todo momento hacerle preguntas dificiles como su membresia y su adoctrinamiento así como su juramentación dentro de la extrema derecha mexicana, consumando así la imposición de la ultraderecha en la cúpula máxima del partido oficial de México.

Al día siguiente de la imposición de César Nava como el dirigente nacional del PAN, se celebró en Guadalajara la reunión cumbre de Felipe Calderón con el Presidente norteamericano Barack Obama y el Primer Ministro de Canada Stephen Harper precisamente en la ciudad en donde late y vibra el centro principal de diseminación de la conjura nacional para extender e implantar en México un gobierno paralelo secreto bajo agenda de la ultraderecha acatando órdenes y consignas emanadas desde la misma ciudad de Guadalajara. ¿Coincidencia?

Felipe Calderón sabe muy bien lo que es la extrema derecha mexicana. Y hoy que al “Presidente del empleo” el país se le está deshaciendo en pedazos, con el peso devaluado, con la economía en picada, con una inflación imparable, con la peor inseguridad que ha padecido el país desde los tiempos de la Revolución Mexicana, con un desempleo apabullante, ¿quién mejor que ellos, los que le ayudaron a llegar a donde hoy está, para salvarlo de un destino similiar al que corrió el depuesto Presidente de Honduras, José Manuel Zelaya, al cual recibió Calderón en Los Pinos con todos los honores de un Jefe de Estado intentando legitimar así al depuesto Zelaya como si tal cosa fuese incumbencia de una Presidencia de México cuya propia legitimidad sigue siendo cuestionada por muchos mexicanos, en repudio calderonista a la máxima juarista de no andar interviniendo ni a favor ni en contra de los asuntos internos de otras naciones bajo las palabras “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”? Pero ésto último no remuerde ya la conciencia a la dupla derecha-ultraderecha de México, no desde que la ultraderecha llegó al poder y Vicente Fox sacó a Benito Juárez de Los Pinos.